martes, 24 de febrero de 2009

Día 4: De cuando Getafe no era tan feo o de como alguien logra que no sea tan así

Ay.. las resacas post-concierto sí que son lo peor. Creo que me levantaba con mejor cara cuando se me quedaba la jeringuilla colgando de mi mano aún sabiendo que estaba contagiada de sabe Dios que.. pero en fin, oye, ya que se logra sobrevivir habrá que iniciar alguna acción. Algo así se viene a pensar desde la cama cuando uno está despierto pero no se quiere levantar, y es que  desde había llegado a Madrid creo que no había estado tan quieto en una mañana ni en una tarde y menos en una noche.

Y esa mañana, a pesar de todo, si hubo movimiento. Mi amiga de piso se dispuso a arrancar una cita de una amiga en la Universidad Complutense y allá se tuvo que ir. Pero la citación acabó por fracasar por discusiones de especial relevancia como que si una quería ir con unas amigas a Moncloa y la otra no y una tira y la otra no afloja y al final.. ni amiga ni leches.. quedamos los dos de siempre, ella y yo tomando Coca Colas en la facultad haciendo tiempo.

Una mañana tranquila, sosegada.. no había grandes variaciones.. y eso se agradecía. Pero la tarde si prometía sus cosas. Había programado un encuentro en Getafe con alguien especial, y ese alguien especial tenía mercancía especial (que cada cual piense lo que quiera pensar) así que sirvió para mayor conocimiento, trato y variedades con esa persona que bien valieron la pena. Aquí tampoco hubo grandes agitaciones pero había que estar algo más avispado si no se quería fallar.

En eso se puede resumir la tarde, donde volví a pasear por Getafe, mi antigua particular ciudad universitaria. Ya podíamos volver.. todo se andará...

1 comentario: